SI PULSAS SOBRE LAS ALTIGRAFÍAS Y FOTOS, PODRÁS VERLAS A TAMAÑO COMPLETO.


Agradecer a Salvador Hernández su ayuda en la configuración de este blog. Gracias Salva.



miércoles, 11 de junio de 2014

Crónica de una mojadura anunciada. Desafío del Atlántico 2014


Estaba cantado. Nos íbamos a mojar, y lo sabíamos como dicen los Memes de Julio Iglesias.Yo el viernes por la noche tenía claro que no iba a ir. Para la semana siguiente tenía mi gran reto de la temporada, La Irati Xtrem, y no me la quería jugar y perder.
El sábado por la mañana me despierto y seguía teniendo claro que no iba a salir. Daban temporal, y así se lo comuniqué por whatssap a varios amigos, pero... y ¿si voy a ver la salida? Venga, va, me acerco hasta Ézaro para verles salir y de paso saludar a algún colega que hace mucho que no veo.
Termino el desayuno y me preparo para acercarme hasta allí... Pero, ya que voy,... porque no me llevo la bici, no sea que llegue allí y la cosa no esté tan mal como dicen... Venga, un petate rápido con la ropa, el casco y a por la bici.
Monto en el coche y marcho con la idea de no tomar la salida. Hay muchas nubes sobre Boiro y amenaza agua. Si aquí está así, en Muxía y Dumbría no quiero ni pensarlo.
Llego a Noia, nublado, Serra de Outes, nublado, a Pino do Val, muy nublado y frío, a Paxareiras... niebla, pintea, ventea... bueno carallo, así no salgo ni para atrás.
Desde uno de los miradores de Paxareiras (el de abajo) y la playa de Carnota al fondo.
Bajo hasta O Viso y ya arrimado a la costa, por Caldebarcos, O Pindo... llego a Ézaro. Vaya, está en nubes y claros, pero un viento exagerado. Venga, voy a acercarme hasta el control de firmas y recojo los obsequios a la vez que sigo whatsappeando con los colegas, diciéndoles como está el tema. Llego al control y aprovecho para saludar por primera vez al Piru, a Jose Manuel Vázquez, a Ezequiel Mosquera y su mujer Miriam, a Marcos Pereiro, a Gustavo César Veloso... saludos rápidos, porque son gente con muchos compromisos y no quiero entretenerlos lo más mínimo.
El gran jose Manuel Vázquez en el control de firmas
Venga, con el dorsal y lo demás me vuelvo hacia el coche a ritmo de whatssap. Y en uno de ellos me llega un "sino sales eres un tío blando". Cagüen zozt!!!! Tío blando yo... A disfrazarse de ciclista y a hacer que se traguen esas palabras. Tío blando yo... Blando el Bimbo si acaso, pero el Boirinho NO!!!! No te jode...
Mientras preparo todo, es esta vez el bueno de Eze el que se acerca a charlar un poco conmigo y a contarme que tiene un nuevo plan para el futuro con un grande del cicloturismo... y hasta aquí puedo leer. Mucha suerte. Os la merecéis los dos.
Con el campeón. Foto dedicada a mi amigo Motoretta
Venga, para la salida zumbando que va a ser la hora. Llego a tiempo bien, ya que los campeones de Vilagarcía y Moaña, Gustavo César Veloso y Delio Fernández aún están en el camión siendo entrevistados y animando desde allí a los participantes. Se respira ciclismo... Luego lo de respirar sería ya una proeza.

Momentos previos a la salida
Con una traca de cohetes, (No se donde habrá más afición a la pirotecnia, si en el Levante o aquí) se da la salida. Agárrense los machos!!!!
Salimos a la carretera AC-550 y nos dirigimos hacia Cee. No llueve, pero ventea que da gusto y los hasta ahora pequeños descensos son un poco nerviosos. Pasamos por Cee, y empieza a caer alguna "pinga" pero nada serio. Será cuando estemos enfilando hacia el cabo de Touriñana (que pena no ir hasta Nemiña y acercarnos más por los balcones de la carretera que van a dar a la aldea de Campos) cuando ya empiece a caer agua. Me resisto a ponerme el chubasquero con la esperanza de que sean cuatro gotas, pero en Lourido ya se ve que no va a ser una de esas chaparradas express, así que a ponerse el "plástico".
El Atlántico entre Cuño y Lourido
 

Llegando a Muxía
En Muxía hacemos un acercamiento hasta la punta da Virxe da Barca, Zona 0 de la catástrofe del Prestige, donde me fue imposible hacer una foto con la que estaba cayendo. Llego a la zona de la lonja en el puerto y descanso en el avituallamiento. Viene bien comer e hidratarse algo, pero hace mucho frío y la gente tiene ya ganas de salir. Empieza a haber nervios.
Porto de Muxía
Salimos por fin, y poco después se llega a la zona de Salida Lanzada y Tramo Libre. Como si para dar esa salida hiciera falta, el cielo puso algo de su parte. Un trueno!!!. Venga, esto promete.
La zona del pelotón en la que voy yo parece que no tenga muchas ganas de batalla. Llueve mucho de nuevo, de vez en cuando graniza, vamos tranquilos. Cuando de repente oigo... Eh, eh!!! Ese APM, ¿quién eres? El se presenta como Naval, un forero de Lugo, y yo pues como Boirinho, el otrora activo forero, pero que ultimamente está muy pasota. Pero muy bien, un placer, y un nuevo cromo apeemero para la colección.Y es que APM es como Mayoral; hace amigos. Lo que han conseguido los buenos de Ander Guaza y Juanto Uribarri tiene mucho, pero que muchísimo mérito.
Poco a poco nos vamos metiendo ya en el concello de Dumbría. Esto empieza a convertirse en un infierno. Aquí quería ver yo al Coronel Truman... se caga por la pata abajo.
Esto ya no es llover, esto es jarrear con todas las ganas. En la zona alta, un poco antes de Hospital, junto a la fábrica de Ferroatlántica verdaderos ríos de agua con barro cruzan la carretera de lado a lado. Empiezan las primeras deserciones. Gente que se va de la carrera por su cuenta hacia Ézaro... Buff, tampoco será bueno irse de la carrera así de este modo con el día que está. Al final nos paran en un albergue en Hospital para reagruparnos e ir de forma controlada ya hasta meta. Aprovechamos para comer y beber pero hace mucho frío. Los nervios cada vez están más a flor de piel y la cosa empieza a ponerse seria. Yo quiero comprender a ambas partes, a los que queremos salir cuanto antes, porque el riesgo de hipotermia (no exagero) está latente en algún caso. Pero también me pongo del lado de los organizadores. El día se ha puesto muy malo, ni las más pesimistas previsiones diseñaban un marco así, y se que los miembros de la organización también tienen que estar sufriendo. Somos casi 300 ciclistas que se están enfrentando a unas condiciones metereológicas muy adversas y no todos vamos a reaccionar de la misma forma. Yo me veo con una pulmonía y temiendo por mi Irati Xtrem.
Un miembro de la organización haciendo un llamamiento a la calma
Por fin salimos... y de nuevo nos cae lo que no está escrito. Esto es increíble. Que faltan menos de 15 días para el verano por Dios!!!! Y esto se parece mucho a una de esas interminables ciclogénesis que sufrimos este invierno o peor. De hecho luego me enteré que hubo destrozos en varias zonas de la Costa, incluso más al sur, como en  Ribeira por culpa de un tornado.
Lo más tranquilos que podemos, vamos avanzando junto al Xallas, hasta llegar al embalse de Santa Uxía, donde otros pocos deciden retirarse y bajar directamente hacia Ézaro.
Yo al final me digo, que ya que estoy aquí, pues la acabo, total, más no me voy a mojar. Cruzamos sobre la presa, que era una inmensa balsa de agua, ya que no se veía nada el asfalto; era todo un charco gigantesco, y comparto unas palabras con otro ciclista de Santiago sobre otro que va justo delante de nosotros y que va con zapatillas de paseo y rastrales en los pedales. Según vamos comentando el mérito que tiene este chico, se le rompe la cadena en la rampa más dura de la subida a Fieiro y se cae junto a mi. Consigo esquivarle. Por suerte parece que no ha sido nada y se levanta enseguida. Sigue tronando, y para que la fiesta no decaiga, pues la guinda; dos perros deciden salir a animarnos con sus ladridos y meterse en medio del grupo.
Carretera hacia el embalse de Santa Uxía
De repente algo me pasa a una velocidad endiablada. ¿Que carallo era eso? ¿El sputnik? No, era Gustavo César Veloso. Poco después a toda leche iría también Delio. Aúpa ese equipazo del OFM/Quinta da Lixa. Ojalá os pudiéramos ver en La Vuelta.
Llegamos al momento que más temía del día. La bajada de Paxareiras. Por suerte en ese momento no llueve (milagro) y por lo menos bajamos casi en seco, pero hace muchísimo viento y la bici baja muy nerviosa. Se me hace eterno el llegar hasta la zona en la que el arbolado nos protege un poco. Termina el descenso y una vez en la carretera general, intento unirme a algún grupillo para ir más cómodo. Pero esto es un auténtico rosario. Yo avanzo a una velocidad que me sorprende a mi mismo. Cierto es que el aire sopla a favor, pero sopla para todos y sin embargo voy escalando puestos y aunque alguno intenta cogerme rueda, se acaba quedando. Toma, ya soy todo un rodador. Es lo que tiene entrenar por los páramos vallisoletanos.
La mole de O Pindo ya nos recibe y tras él aparece amenazador el Mirador de Ézaro.
Ala venga, otra vez a llover. A subir rampas del 30% con suelo mojado. Las cuerdas, los arneses y el piolet me los dejé en casa... A ver que pasa.
Empiezo a subir... Y bufff, ya no se si hago eses, zetas, uves dobles... me retuerzo... El que diseñó está carretera odia a los ciclistas... Madre que lo parió!!!
En lo alto del Mirador!!! Si si, pone 30%
Más mal que bien llego por fin arriba... DESAFÍO CONCLUÍDO!!!! ¿concluído? Aun quedaba una sorpresa de última hora. Bajando hacia el coche para cambiarme y ponerme de una vez ropa seca, empieza a caer otra granizada de consideración. Duele en la cara, casi no podemos ver por donde bajamos, montones de ciclistas andando con la bici de la mano hacia arriba... Esto es épico. Desafíamos al Atlántico y el Atlántico decidió atajar tamaña afrenta y se nos echó encima literalmente.
Por fin llego al coche a cambiarme. Vuelve a caer una chaparrada increíble. Es como si tiraran el agua a calderos... La bici está fuera, pero ya tengo la ropa seca puesta y así no voy a salir del coche... 
Pasan unos minutejos y parece que escampa... voy a guardar a mi pobre Pinni.
Llamo a casa para indicar que sigo con vida, y que voy a acercarme a la carpa a comer algo.
Recojo mi medalla como reconocimiento al Mérito Naval.. ah no, como reconocimiento a acabar este Desafío. Es que con tanta agua ya pensaba que en vez de en bici iba en una fragata.
Por fin, seco, consigo sentarme a comer y reponer fuerzas. Una rica ensalada de pasta y unas piezas de churrasco buenísimo con un suculento criollo. Increíble todo lo que ofrece esta marcha por los 15 euros que costaba la inscripción. 
Mientras como, vuelve a tronar y a jarrear, pero ahora que estoy a cubierto... Si chove, que chova.

Resumiendo, un día de perros, pero aun así tengo que reconocer que... DISFRUTÉ!!!! Que coño. Como dicen por ahí, nadie nos dijo que fuera fácil; si lo fuera, sería fútbol, Y otro dicho muy bueno que rula por los foros ciclistas: Hasta que el cuerpo aguante, somos personas. A partir de ahí somos ciclistas.
Y de verdad, salí de Ézaro encantado. Me sentí ciclista... Es como si estuviera en la etapa del Gavia y el Stelvio del Giro. No se como explicarlo, pero me sentía enorme. Un poco preocupado por si me acatarraba, pero contento.
Y a los que leáis esto y no hayáis realizado el Desafío. Animaros, no os arrepentiréis. La organización se vuelca con nosotros, nos ofrecen mucho a cambio de muy poco. El paisaje rural coruñés no muy conocido, pero también lleno de belleza nos presenta bellas estampas. Es una marcha muy recomendable, así que espero veros el año que viene por estas carreteras, que seguro no estarán tan encharcadas como este año.
LARGA VIDA AL DESAFÍO!!!!

2 comentarios:

  1. Cuánto me alegro de haberte llamado blandito! te lanzaste y pese a las dificultades pasaste una mañana genial! y te llevas a casa una medalla al mérito naval y ciclista, jeje. Felcidades campeón, tranquilo que sabes que eres un tío de los duros duros, toda mi admiración, y solo usaré el recurso de "blandito" para picarte

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ja ja ja Celi.
      Por favor, antes de llamarme blandito, mira las web metereológicas y ten compasión...
      Yo es que eso de que me llaman blando, o que me digan que no hay huevos...
      Un biquño

      Eliminar

E dis de subir ata alá arriba?
E ti sei que me fodes!